Antes de verano se completará el trabajo de sustitución de todas las centralitas que usaban el cobre para cambiarlas por la fibra
En ICC Telecom ayudamos a las comunidades de vecinos que tienen dificultades en poder acceder a las conexiones de fibra tradicionales
En un movimiento que marca un hito en la historia de las telecomunicaciones, se ha anunciado la completa eliminación del uso de cables de cobre en favor de la fibra óptica en la infraestructura de red. Esta transición, que se espera finalice antes del verano, representa una despedida definitiva al ADSL, una tecnología que ha sido fundamental en el acceso a Internet durante décadas. Sin embargo, esta despedida no solo implica un cambio de material en la infraestructura, sino que también desencadenará una serie de efectos y repercusiones en los domicilios en los que aún no se ha desplegado el cable de fibra y que aún funcionan con esta tecnología ya obsoleta.
La fibra óptica ofrece velocidades de conexión mucho más rápidas en comparación con el ADSL. Mientras que el cobre tiene limitaciones en términos de ancho de banda y distancia, la fibra óptica es capaz de proporcionar velocidades simétricas de gigabits por segundo, lo que permite una experiencia de Internet más fluida y sin interrupciones. Además, la fibra es menos susceptible a interferencias externas y ofrece una mayor estabilidad de la conexión, lo que se traduce en una experiencia de usuario más confiable. El problema con el que nos estamos encontrando es que en algunas comunidades de vecinos, en su día, renunciaron a la posibilidad de instalación de fibra y ahora ven como lo poco que tenían desaparecerá en breve.
En ICC Telecom a través de nuestra filial molawifi.com llevamos a cabo instalaciones en esos edificios que presentan dificultades añadidas y que, en breve se van a quedar ‘a oscuras’. Una de nuestras última intervenciones para dar fibra a comercios y viviendas se encuentra en la plaça Mossèn Batalla de Cambrils.
Cabe recordar que la migración hacia la fibra óptica no solo mejora la calidad del servicio de Internet, sino que también abre nuevas oportunidades para la innovación tecnológica. Con velocidades de conexión más rápidas y una mayor capacidad de transmisión de datos, se pueden desarrollar y adoptar aplicaciones y servicios que antes no eran viables con el ADSL. Esto incluye tecnologías emergentes como la realidad virtual, la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, que requieren una infraestructura de red robusta y de alta velocidad para funcionar de manera óptima.
A pesar de los beneficios evidentes de la fibra óptica, su implementación a gran escala presenta desafíos logísticos y financieros. La instalación de redes de fibra requiere una inversión significativa en infraestructura y mano de obra especializada. Además, existe la preocupación de que la transición hacia la fibra óptica pueda exacerbar la brecha digital, dejando atrás a comunidades rurales o de bajos recursos que pueden no tener acceso a esta tecnología avanzada.
En conclusión, el adiós definitivo al ADSL y la transición hacia la fibra óptica representan un cambio fundamental en el panorama de las telecomunicaciones ofreciendo una serie de beneficios en términos de velocidad, confiabilidad e innovación, pero también plantea desafíos en términos de implementación y acceso universal.